octubre 28, 2022

Las 5 tergiversaciones más importantes de la Historia de Chile.

 Por Rodrigo Bustos. Historiador. 

En pleno siglo XXI en Chile y en otras latitudes se ha multiplicado el tráfico de noticias e información en televisión, la prensa y redes sociales. Ante este fenómeno actual, las apreciaciones históricas de la historia de Chile han estado sujetas a tergiversaciones y mitos que es necesario dar a conocer en esta columna. Las tergiversaciones más importantes de la Historia de Chile son las siguientes: 




1.- Salvador Allende iba tomar el mismo "camino totalitario" que Adolfo Hitler.

En el año 2009 en los grandes medios de comunicación se daba cobertura a políticos de derecha declarando que el gobierno de Salvador Allende iba a tomar el mismo ´´camino totalitario`` que tuvo la dictadura de Adolfo Hitler. Para empezar a analizar esto, es necesario aclarar que Hitler era nacional-socialista y Salvador Allende socialista. Para el lector común ambas ideologías le pueden parecer similares, sin embargo, en la práctica tuvieron siderales diferencias políticas e ideológicas. Lo otro es que Hitler llegó al poder por la vía CONSTITUCIONAL, en cambio Allende, llegó al poder por la vía DEMOCRÁTICA que es distinto ya que a Hitler lo nombra Canciller el presidente de turno Jean Paul Hinderburg y a Salvador Allende lo elige el pueblo en elecciones libres. Hitler renegaba del comunismo y el socialismo y fueron objeto de persecución durante su dictadura. Salvador Allende respetó a la oposición ya que no cerró el Congreso opositor y respetó la libertad de expresión. El partido de Hitler era bien monolítico y cohesionado, en cambio Allende fue el líder del conglomerado de la Unidad Popular que era diverso en sus posturas. Cuando los partidarios de la dictadura de Pinochet te dicen que el dictador salvó al país del comunismo, es un relato bien ideológico para justificar el golpe de Estado y los horrores de la dictadura, todo esto infiere que la Unidad Popular fue un conglomerado monolítico y coherente con el proceso revolucionario,cuando en realidad no fue así, ya que habían importantes diferencias entre el Partido Socialista y el Comunista, el primero era partidario de una salida insurrecional a la crisis con la consigna avanzar sin transar, en cambio el Partido Comunista era partidario de una salida constitucional y moderada de los cambios sociales, con la consigna, primero consolidar y después avanzar. Estas diferencias conspiraron para que el gobierno no tuviera un plan único al golpe de Estado y así no hubo mayor resistencia para el Día D. En cambio en el año 1944 en la llamada Operación Valkiria se intentó derrocar a Hitler con un intento de magnicidio hacia el dictador, pero fracasó la maniobra, y así los conspiradores fueron llevados al pelotón de fusilamiento. A pesar de ir perdiendo la Segunda Guerra Mundial y donde la derrota era inminente hubo una estructura jerárquica nazi bien cohesionada para poder reprimir a los subversivos. De esto mismo careció la Unidad Popular y por eso el golpe de Estado casi no tuvo resistencia armada. Se percatan que el mundo político de la derecha intenta tergiversar la historia renegando de Hitler?. Hagan sus conclusiones.         


2.- La Constitución de la Libertad 🗽 (1980).

La Constitución de la dictadura militar se aprueba vía plebiscito en septiembre de 1980, después de siete años de discusión en la Comisión Ortuzar, el Consejo de Estado y la Junta Militar. Sin embargo, todo este proceso se hizo de manera viciada, ilegitima y antidemocrática por las siguientes razones:

A.- No había registros electorales.

B.- Estado de excepción.

C.- La oposición no pudo hacer campaña electoral.

D.- Ferreo control de los medios de comunicación a favor de la dictadura.

E.- Persecusión política, exilio y violaciones a los Derechos Humanos.

F.- Se comprobó con el tiempo que los agentes de seguridad  e inteligencia votaban por partida doble. 

G.- La Junta Militar nombró a los miembros de la Comisón Ortuzar.


Por lo tanto donde está la libertad?. Los ciudadanos tuvieron la libertad para presentarse como candidatos a constituyentes?, claramente no. Pero tampoco es la Constitución de la Libertad en el sentido de sus contenidos, que es una camisa de fuerza para las futuras reformas estructurales de índole social en donde se han perpetuado los abusos del mercado como son las colusiones de precios y la privatización desmesurada de las pensiones, vivienda, educación y salud que lo consagra el artículo 19 de la actual Constitución. 


3.- El 18 de septiembre se celebra la independencia de Chile.

Muchos chilenos y chilenas en medio de la celebración de Fiestas Patrias deben estar pensando que se conmemora un año más de la declaración de independencia, y no es así, sino que simplemente es la conmemoración de la Primera Junta Nacional de Gobierno en 1810 en donde se declara la fidelidad al Rey Fernando VII de España para resguardar su gobierno y para no someterse a la autoridad francesa de Napoléon Bonaparte que había invadido el Reino de España. Si queremos celebrar la declaración de independencia debería ser un 12 de febrero y que ocurrió el año 1818 durante el Gobierno de Bernardo O`Higgins.


4.- La Concertación fue de izquierda. 

El conglomerado de la Concertación (que abarcaba desde el Partido Socialista hasta la Democracia Cristiana) que gobernó durante 20 años el país de 1990 al 2010 estuvo lejos de tener políticas de izquierda, sino que al revés tuvo un carácter neoliberal en sus políticas económicas siendo frágil en políticas sociales, que explica en parte el estallido social de Octubre de 2019.  Estas decisiones se entienden en parte por la continuación de la Constitución de 1980 (con reformas maquilladas), el amarre de los senadores designados, el sistema binominal parlamentario, la continuación de Pinochet como jefe del ejercito hasta 1998, entre otras anomalías democráticas. Recuerdan que la Concertación nacionalizara alguna empresa? revisaron alguna privatización irregular de la dictadura? fortalecieron la educación pública? No, cierto?. Entonces con que cara nos vienen a decir por redes sociales que la Concertación fue de izquierda?, solo porque en el pasado apoyaron al gobierno de Salvador Allende? esa inducción es muy básica que solo se queda en una identificación política del pasado.


5.- El presidente Balmaceda fue derrocado por nacionalista.

Uno de los mitos más comunes de nuestra historia es el carácter nacionalista que habría tenido el presidente Balmaceda, quién habría generado tal resistencia de la oligarquía (subordinado a los intereses salitreros británicos) que explicaría la guerra civil de 1891 y que derrocaría su gobierno. 

Para empezar a derribar este mito el historiador Rafael Sagredo descarta de plano la pugna entre Balmaceda y North como una causa central del conflicto interno. En parte, allí se sostiene el imaginario sobre la figura del mandatario, ese que lo posiciona como un mandatario nacionalista que se sacrificó por la defensa de la democracia con su suicidio al terminar su periodo presidencial. Pero Sagredo insiste en que este ni siquiera tuvo una política hacia el capital extranjero, por el contrario, la evidencia indica que la actitud de Balmaceda hacia las empresas salitreras transnacionales no contenía nada de nacionalismo. Además hay que considerar anteriormente Balmaceda como Ministro del Interior y Canciller del Presidente Domingo Santa María (1881-1886) fue participe de la política promotora de la propiedad extranjera del salitre.

El único conflicto real de Balmaceda con los intereses de John Tomas North fue el monopolio ferrocarrilero ya que a fines de 1889 Balmaceda acordó otorgar una concesión para construir un nuevo ferrocarril en Tarapacá para favorecer a una compañía salitrera rival de North: la Campbell, Outram y Cía, filial de la casa de Gibbs. Esto último acentuó el tenaz conflicto que se había suscitado en torno al Ejecutivo y el Legislativo. El grueso de la oligarquía ya no estaba dispuesto a que continuara el régimen autocrático en virtud del cuál los presidentes designaban a su sucesor. Casi se había llegado a una pugna total a fines del gobierno de Santa María por la inminente designación del mismo Balmaceda. Y ahora se había iniciado uno mayor por la inequívoca voluntad de Balmaceda de nombrar a Enrique Salvador como su sucesor.  Es en este contexto que la mayoría congresista se sintió pasada a llevar por el decreto presidencial a favor de la Casa de Gibbs. Una ley de 1862 se había establecido que la autorización para construir ferrocarriles debía hacerse por ley y no por decreto.  

Para el historiador británico Blakemore la política económica de Balmaceda no pretendía la nacionalización, sino que limitar el monopolio de North: era una política antimonopólica, no antiimperialista

En qué sustenta Blakemore esta afirmación? en que Balmaceda se lanzó solamente contra North y no en contra de los demás intereses británicos puestos en la Provincia de Tarapacá. Es más, en 1888 Balmaceda planteó la necesidad de construir una línea férrea en es provincia, cuya finalidad era doble: proponer una alternativa al servicio ferroviario que monopolizaba North ( la Compañia Nitrate Railways), a menor precio, de tal manera de los demás industriales, nacionales y extranjeros pudieran sacar sus producciones a los puertos de exportación; y por ello mismo, impedir cualquier intento de bloqueo de la exportación, eventualmente provocado por North para hacer subir los precios del salitre o para presionar al gobierno. 

Blakemore plantea que para llevar a la práctica ese plan Balmaceda se apoyó en la empresa de Gibbs, que constituía, por esa época, la principal cadena comercial asentada en Chile. Serían los Gibbs los encargados de poner en funcionamiento la nueva línea férrea. En la práctica, ellos se transformaron en intermediarios de numerosos empresarios salitreros ingleses que apoyaban la política salitrera de Balmaceda.      


Fuentes: 

1.- Portales, Felipe: ´´Historias desconocidas de Chile''. Editorial Catalonia.2016.

2.- Blakemore, Harold: ´´Gobierno chileno y salitre inglés, 1886-1896: Balmaceda y North''. Santiago, Chile: Andrés Bello, 1977.



octubre 04, 2022

Los 6 gobiernos que pasaron de democracias a dictaduras en Latinoamérica.

 Por Rodrigo Bustos. Historiador. 

En Latinoamerica hemos tenido a caudillos populistas y demagógicos qué aprovechándose del régimen democrático (con todos sus defectos) se han convertido en dictaduras usando diversos métodos.  En algunas ocasiones han sido con golpes de estados y en otros de forma gradual y soterrada. Los significados de democracia y dictadura son discutibles en esta columna considerando las apreciaciones ideológicas del lector. A continuación le presentamos 6 casos que se han presentado en el continente y que abarcan los últimos 100 años de historia. 


1.- Alberto Fujimori. ( 1990-2000, Perú).

Fue elegido en 1990 imponiéndose a Mario Vargas Llosa en medio de una histórica crisis inflacionaria

El autogolpe lo realiza el 5 de abril de 1992 censurando la prensa, disolviendo el Congreso e interviniendo el Poder Judicial. La gran excusa que tuvo para el golpe fue combatir a los grupos subversivos como Sendero Luminoso y al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Manda a redactar una Nueva Constitución en 1993 que buscaba reemplazar la Constitución de 1979. Después de reprimir un intento de contragolpe protagonizado por varios militares, convocó a elecciones para el ´´Congreso Constituyente Democrático``, que fueron boicoteadas por los partidos tradicionales de la nación. 

En 1995 resultó reelecto imponiéndose a Javier Pérez de Cuellar. La mayoría parlamentaria oficialista aprobó la ley 26.657, denominada la ´´Ley de Interpretación Auténtica``, que pretendía justificar la postulación de Fujimori a un tercer periodo, basándose en la no retroactividad de las leyes.  

En junio de 1997 tres magistrados del Tribunal Constitucional que habían declarado inconstitucional la ´´Ley de Interpretación Auténtica'', fueron destituidos por el Congreso de mayoría oficialista. 

Después de su segunda reelección en el 2000 renunció a su cargo por denuncias de corrupción y fraude electoral, exiliándose a Japón. 

En el 2009 el Tribunal Supremo de Perú condenó a Fujimori a 25 años de prisión por diversos cargos de Derechos Humanos y de corrupción.  





2.- Francois Duvalier (1957-1971, Haití).

Fue elegido presidente en 1957 con apoyo del mundo castrense por un período de seis años y se hizo dictador en 1964 en calidad de presidente vitalicio. Lo sucedió su hijo Jean Claude Duvalier en 1971.

Fue un dictador estrafalario y corrupto. En las elecciones de 1964 llevó a cabo una campaña electoral de carácter populista con una estrategia de exaltación de la negritud en la que apelaba a la población afrodescendiente y que se oponía a la elite mulata que estaba en el poder. Duvalier renovó la tradición del vudú y posteriormente lo instrumentalizó para consolidar su poder haciéndose pasar por un sacerdote vudú. 

Su régimen se sostuvo a través de una policía secreta y paramilitar denominada Tonton Macoute, encargada de hacer el trabajo sucio de la represión y de sembrar el terror, siendo víctimas de ellos unas 150.000 personas opositoras a su régimen a través del asesinato o la desaparición forzada. 

Su forma de financiamiento no provenía del Estado, sino que a través del crimen y de la extorsión.  

Muere por causas naturales en 1971 sin pagar por sus fechorías.  

 




3.- Juan María Bordaberry (1972-1976, Uruguay).

Fue un presidente elegido democráticamente en 1972 y el autogolpe se concreta el 27 de junio de 1973 tomando el control las Fuerzas Armadas del país, gobernando de facto hasta 1976. Con este asalto al poder, prohibió los partidos políticos, disolvió el parlamento y creó un Consejo de Estado con control castrense- como órgano superior de su gobierno- manteniendo su cargo. A diferencia de las dictaduras de Argentina, Brasil y Chile, Bordaberry fue un dictador civil, no obstante su gestión era supervisada por las Fuerzas Armadas.   

En 1976 los militares decidieron destituirlo del cargo, y lo sustituyeron por otro civil, Alberto Demicheli. 

En 2006 fue condenado a 30 años de prisión por nueve delitos de desaparición forzada y seis asesinatos.




 

4.- Daniel Ortega. (2007-actualidad, Nicaragua).

Histórico dirigente militar y político de la Revolución Sandinista de 1979 que derrocó al dictador Somoza Debayle. Ahora traiciona a sus propios camaradas de lucha. Es el actual presidente de la República de Nicaragua desde el año 2007 siendo reelegido en tres oportunidades (en las elecciones de 2011, 2016 y 2021) y es el líder del Partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) desde 1991. Ad portas de nuevas elecciones manda a detener a todos (as) los candidatos (as) presidenciales por una supuesta conspiración del imperialismo norteamericano. Además tres partidos fueron ilegalizados y más de treinta líderes políticos y sociales de diversas tendencias fueron encarcelados.





5.- Nayib Bukele (2019- actualidad, El Salvador).

Es el actual presidente de la República de El Salvador desde el año 2019, sucediendo en dicho cargo a Salvador Sánchez.

Surge como un gran populista y el mesías ante el desgastado y corrupto bipartidismo entre ARENA y FMLN que habían gobernado ininterrumpidamente  desde 1989.  

Bukele es catalogado como autoritario debido a sus estrategias que buscan la concentración del poder, tales como la destitución de los magistrados de la Sala Constitucional y la habilitación de la reelección presidencial para 2024, prohibida en la Carta Magna salvadoreña. 

Es el caso más exótico y peculiar que los anteriores, ya qué el lector se preguntará qué hace este carismático presidente cómo ´´dictador'' qué apenas lleva tres años en el cargo?. Bueno su presidencia ha estado conformada de varias polémicas, cómo es rodear de militares el Congreso a principios del año 2020 para que éste último aprobara una solicitud de préstamo de 109 millones de dólares destinados para la seguridad pública. Este acto intimidatorio fue cuestionado por la comunidad internacional. 





6.- Nicolás Maduro (2013-actualidad, Venezuela). 

Es el actual presidente del República Bolivariana de Venezuela desde el año 2013,  posterior a la muerte de Hugo Chávez. Desde un principio de su gobierno se desencadenó una severa crisis económica reflejado en un acelerado aumento de la inflación y escasez de alimentos de primera necesidad. Desde un principio Maduro ha gobernado por decreto la mayor parte del tiempo.

Debido a la crisis generalizada, Maduro fue perdiendo popularidad que se vio reflejada en la victoria opositora en las elecciones parlamentarias del 2015 y el inicio de un proceso revocatorio de su mandato a través de un plebiscito, que no tuvo los resultados esperados debido a la concentración del poder a través de otros órganos en manos del gobierno, como el Tribunal Supremo de Justicia, el Poder Electoral y las Fuerzas Armadas.  A través de esto el Tribunal Supremo de Justicia se atribuyó a si mismo las funciones de la Asamblea Nacional (Congreso). Esta medida fue considerada por la Asamblea y la Fiscalía General como una ruptura constitucional o un autogolpe de Estado simulado. La decisión resultó en protestas a nivel nacional, Maduro respondió con la convocatoria de una Asamblea Constituyente bajo condiciones electorales consideradas irregulares, participando solo el oficialismo en el proceso. 

En mayo del 2018 se anticipó la convocatoria a las elecciones presidenciales y Maduro fue reelecto por un periodo de seis años. Los líderes opositores fueron encarcelados, exiliados o inhabilitados para participar, no hubieron observadores internacionales, y se ejercieron métodos en la que se sugería a los electores que podían perder sus trabajos o ayudas sociales si no votaban por Maduro. La oposición venezolana, la OEA, La Unión Europea, el Grupo de Lima y el G7 no reconocieron su reelección porque carecía de garantías mínimas. 

Un informe de la OEA ha determinado que durante su gestión se han cometido crímenes de lesa humanidad y las Naciones Unidas han reportado más de 9000 ejecuciones extra judiciales y más de cinco millones de venezolanos se han visto obligados a salir del país.