noviembre 11, 2020

Jaime Guzmán y los orígenes ideológicos de la constitución de 1980

 En la actual coyuntura que transita Chile, con un probable cambio de Constitución resulta llamativo que existan tan pocos escritos sobre la corrientes ideológicas de las que están hechas las constituciones en general y la constitución chilena en particular.

Este articulo tiene por objetivo analizar la trayectoria de Jaime Guzmán, uno de los principales ideólogos del régimen militar y las bases filosóficas de la ideología política que sustentaba como político e intelectual. Así mismo también se persigue realizar un estudio en profundidad sobre las bases ideológicas de la constitución chilena que en una primera aproximación pueden parecer irreconciliables y que sin embargo terminan confluyendo en el texto que da origen a la Carta Magna.

Analizar la biografía intelectual de Jaime Guzmán, es una tarea de la máxima trascendencia, ya que en su pensamiento filosófico constituye un referente ideológico clave para entender los orígenes históricos de la construcción política del Chile actual.

Contrario a lo que podría esperarse Jaime Guzmán, defiende desde sus primeros escritos de juventud el sistema económico capitalista, incluso a pesar de estar en contra del liberalismo y el estado liberal sustentado filosóficamente por la Revolución Francesa. Su defensa del capitalismo tiene lugar al mismo tiempo que defiende el corporativismo sindical y gremial, según el cual las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores no debían darse en función de las leyes de la oferta y la demanda, así como tampoco resolverse vía despidos o huelgas; era el Estado quien debía hacerse cargo de estas relaciones, en función de los intereses de la nación. Esta adhesión por parte de Guzmán al gremialismo y al nacional sindicalismo se explica de alguna manera por el momento histórico que tiene lugar en la primera mitad de la década de los sesenta y el evidente peligro que supone para el capitalismo las revoluciones que están teniendo lugar en América Latina y principalmente en África, donde las guerras de independencia serán al mismo tiempo revoluciones socialistas. El corporativismo no plantea sustituir el capitalismo por el socialismo, sino mediante trasformaciones socioeconómicas hacer el sistema capitalista mas razonable para la clase trabajadora.

Sin embargo y a pesar de su militancia en las corrientes nacional sindicalistas y gremialistas Jaime Guzmán ya critica la revoluciòn en libertad de Eduardo Frei y la reforma agraria. Incluso antes de la revoluciòn cubana le preocupan procesos como el que encabezan Bourghiba en Túnez, Nasser en Egipto o Tito en Yugoslavia, como expresiones de programas que promovían las nacionalizaciones, el desarrollismo dirigido por el estado y el socialismo. Esto lleva a Jaime Guzmán a transformarse en uno de los intelectuales mas influyentes de la derecha chilena, ya que entre 1961 y 1965 se saldrá de los moldes ideológicos tradicionales de la derecha, para articular su defensa del capitalismo fundamentado en la doctrina social de la iglesia, que paradójicamente estuvo también presente en el ideario de la izquierda continental.

Jaime Guzmán, contrario a lo que se cree, no es un ideólogo dogmático de la derecha tradicional, al contario posee un sincretismo ideológico, es decir su capacidad para hacer sistematizar y armonizar corrientes de pensamiento opuestas, lo que lo distingue como político e intelectual en la derecha.

Un ejemplo notable de esto ultimo es su acercamiento a la doctrina social de la iglesia, específicamente a mater et magistra del Papa Juan XXIII. Para Guzmán los principios capitalistas de propiedad privada no solo no se oponen a esta doctrina religiosa, sino que son sus fundamentos como fruto de la ley natural. Para defender esta tesis Jaime Guzmán señala la prioridad ontológica y de finalidad de los individuos, es decir: el hombre a sido creado a imagen y semejanza de Dios de acuerdo a un orden sobrenatural y por ello tienen prioridad sobre la sociedad y el estado. El hombre es un ser sustancial con un destino eterno, mientras que el estado es un ser relacional y perecedero que deriva de la dimensión social de hombre. Puede haber hombres sin estado pero no estados sin hombres(1).

Entre 1973 y 1979, sin embargo tienen lugar en la trayectoria del líder gremialista, los dos cambios ideológicos mas significativos. El primero es el abandono del corporativismo y el "capitalismo orgánico de propietarios", que tenia en la base de su proyecto la intervención del estado en las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores; el estado y los gremios tenían el poder de imponerle al capital privado cuotas mínimas de empleo y subsidio a los trabajadores de tal manera que se defendía el rol de la propiedad privada como asignador de precios pero una buena parte de la asignación de recursos quedaba en poder de decisión del estado. Después de ocurrido el golpe, desde 1974 la junta aplica el programa de shock llevado a cabo primero por Jorge Cauas y luego desde 1975 por Sergio de Castro y los chicago boys y se desregula la economía casi por completo quedando en manos del mercado casi la totalidad de la economía. El gran capital queda en libertad para asignar recursos despidiendo masivamente trabajadores, para aumentar su tasa de ganancia, al tiempo que se libera el control de precios y se bajan las barreras arancelarias, el estado ya no interviene en la economía y se pasa del capitalismo de propietarios promovido por el corporativismo, al capitalismo de consumidores como principal agente económico promovido por el neoliberalismo.

Este cambio supone un gran viraje ideológico para Jaime Guzmán ya que, si bien era cierto que desde sus primeros pasos en la acción política defendía una economía capitalista, se manifestaba en contra de una "sociedad capitalista" donde el consumismo era la única norma moral. Pero el defender una economía de libre mercado y estar en contra de la sociedad que genera es posible solo en el papel, ya que en la medida en que un paìs se enriquece de acuerdo a lo que vende, es necesario educar a la población en la actitud consumista. La economía de mercado genera nuevas necesidades y por lo tanto la sociedad basada en el consumo se genera casi automáticamente al implementar un sistema económico neoliberal. Los cambios ocurridos en la sociedad chilena con la implementación del modelo neocapitalista provocan el viraje relativamente rápido de Jaime Guzmán quien pasa a defender el liberalismo económico.

Otra de las razones por las cuales adopta el liberalismo económico tiene que ver con el segundo viraje que tiene como motivo su oposición a las ideas del liberalismo nacidas con la revoluciòn francesa. Desde los inicios de su intervención en política identifica al liberalismo casi de la misma manera que al socialismo con un intervencionismo del estado de carácter nivelador. La escuela neoliberal de Hayek, al contrario del liberalismo clásico defendía la libertad económica sobre la igualdad, ya que si se protegía la igualdad se generaría ineficiencia económica, es decir el gran problema de los ideales republicanos heredados de la revoluciòn francesa a saber: libertad, igualdad y fraternidad, era que, en realidad, se trataba de solo dos cuestiones: libertad e igualdad; para los liberales democráticos era importante la igualdad por que sin ella no podría haber fraternidad y se ahogaría la libertad. Para los neoliberales era la igualdad la que traería una crisis económica que ahogaría la libertad, dado el conocimiento limitado del individuo para entender la realidad que lo rodea. Es por esto que aquí hay un ruptura importantísima en el pensamiento de Guzmán ya que si antes era un opositor a la democracia republicana por tener una tendencia a regular la economía, es en el modelo de democracia de Hayek, que planteaba regular las opciones políticas y no el mercado, donde encuentra el sistema ideológico definitivo en el que apoyarse.

Este análisis mas que retratar a Guzmán como un político ideológicamente oportunista, como un ideólogo o un filosofo dé la ciencia política. Simplemente retrata el pragmatismo de este dirigente a la hora de encontrar un sistema de ideas para apoyar el nuevo orden institucional que pretendía implementar la dictadura.


                                                 LA CONSTITUCION DE 1980

La constitución chilena tiene varias ideologías que la sustentan, pero hay dos que destacan de todo el resto: el humanismo cristiano y el neoliberalismo. Estas ideologías son en apariencia irreconciliables pero en el texto constitucional se les da unidad sistemática de una manera particularmente consistente.

A pesar de lo anterior, de la fusión de estas dos ideologías en la actual carta magna, emergen varias contradicciones entre ellas la noción de bien común, que es muy diferente en la perspectiva del humanismo cristiano que en las tesis de Hayek.

Desde la perspectiva de la constitución de 1980 el iusnaturalismo que prevalece es aquel de corte mas cristiano, basado en la concepción del derecho natural de Santo Tomas de Aquino, según la cual existen leyes y derechos naturales antes que las leyes escritas, que tienen su origen en dios. El estado debe reconocer y reglamentar el derecho natural, pero no siendo el quien los concede no puede negarlos.

Así, el articulo 1 inciso 3 la constitución dice: "el estado esta al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible con pleno respeto a los derechos y garantías que esta constitución establece".

Para el neoliberalismo, sin embargo el bien común es una utopía que no puede enmarcarse como un fin del estado, lo que significa una colisión frontal con el iusnaturalismo, ya que para esta filosofía del derecho, el bien común y la justicia social si son fines del estado.

La respuesta por parte del neoliberalismo a esta dicotomía es clara: dejar el mercado a la libre competencia, desmovilizar la sociedad y relativizar la democracia. Es así que desde la primera reuniòn los constituyentes se consagran a buscar la mejor manera de resguardar a la sociedad del estatismo y esta es reforzar el derecho de propiedad y de libre empresa. Pero la deliberación se topa con un gran obstáculo. La doctrina social de la iglesia, que en el aspecto de la propiedad coincide con la constitución de 1925 y reconoce la función social de ésta. Este aspecto es el que preocupa a Jaime Guzmán, ya que según su visión fue la concepción social de propiedad la que posibilito la reforma agraria durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva y las medidas expropiatorias durante la Unidad Popular. Pero el principio de función social es aceptado por la doctrina social, de tal manera que viéndose impedido de eliminarlo Guzmán procede a enmarcarlo dentro de estrictos limites que impidan una eventual aplicación radical(2).

El golpe de estado de 1973 y la instauración de la dictadura revolucionaria con aspiraciones refundacionales, y no restauradoras, le generan a los constituyentes el escenario clave para derogar la constitución de 1925. La derogación de este texto constitucional era clave para Jaime Guzmán ya que le atribuía a esta constitución el origen de la amenaza al derecho de propiedad privada. Esto era así por que la primera vez que se intento una reforma agraria de bajo calibre en Chile, fue bajo el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez, que en 1962 implemento "la reforma del macetero" que perseguía una redistribución de tierras que eran de propiedad estatal y estaban dentro de las recomendaciones de la alianza para el progreso, impulsada por Estados Unidos, con miras a evitar otra revoluciòn como la cubana. A pesar de no amenazar de manera alguna la propiedad del gran latifundio el líder gremialista vio en esta reforma el principio del estatismo que se volvería omnímodo después, durante la revoluciòn en libertad de Eduardo Frei Montalva y la UP. Aquí hay que resaltar que Jorge Alessandri y su ex ministro del interior Enrique Ortuzar, colaboraron activamente con la junta militar y con la comisión de estudios para una nueva constitución, de hecho Enrique Ortuzar presidio aquella comisión que llevo su apellido.

Estaba claro en consecuencia que para Jaime Guzmán el derecho de propiedad era una condición de posibilidad para realizar la libertad personal y que en la nueva constitución debería quedar plasmado en forma rigurosa, si es que el proyecto de la junta militar perseguía ser, como se dijo antes, refundacional y no meramente un restaurador del orden anterior. Se podría hacer aquí un detalle de los artículos de la constitución, pero solo basta decir que gran parte del contenido que encarna la doctrina social de la iglesia es mas formal, siendo el fondo su contenido neoliberal en su resguardo del orden económico que se iba a implantar. En lo político, además queda claro que la constitución de 1980 esta influida de manera determinante por el concepto de democracia limitada e instrumental propugnado por Friedrich Hayek, así como el concepto de estado autoritario propugnada por el politólogo alemán Carl Schmitt, jurista y colaborador del règimen nazi y opositor a las democracias parlamentarias por considerarlas ineficientes a la hora de erradicar la lucha de clases. Esto ultimo es útil destacarlo ya que a Jaime Guzmán en múltiples ocasiones se le llego a comparar con Schmitt(3).

Dicho lo anterior es necesario determinar el valor que se le debe atribuir al trabajo realizado por la comisión Ortuzar en la elaboración del texto original de la constitución teniendo presente que su trabajo fue meramente consultivo de la junta militar, a tal punto que su proyecto de carta fue revisado y modificado por el consejo de estado y la junta de gobierno antes del plebiscito y de ninguna de estas instancias, prácticamente existen actas o documentación fidedigna que ayude a interpretar la constitución. Además el texto promulgado en 1980 nunca tuvo una vigencia efectiva debido a los constates estados de excepción, la desprotección evidente de los derechos fundamentales, la intervención del poder judicial y la ausencia de las instituciones constitucionales. Por lo tanto el inicio de su vigencia normativa esta marcado por le proceso constituyente de 1989 y la reformas constitucionales de 1991.




Claudio Palma A. Licenciado en Historia, UAHC.


(1) Renato Cristi. "JAIME GUZMAN CAPITALISMO Y MORALIDAD". Wilfrid Laurier University, Canada.

(2) Jaime Bassa, Christian Viera. "CONTRADICCIONES DE LOS FUNDAMENTOS TEORICOS DE LA CONSTITUCION CHILENA CON EL ESTADO CONSTITUCIONAL: NOTAS PARA SU INTERPRETACION". Revista de Derecho.

(3) Belén Moncada. "JAIMEN GUZMAN: UNA ODISEA POLITICO RACIONAL". Estudios Públicos.