mayo 17, 2018

Autoritarismos y miedos a lo foráneo: una reseña reflexiva sobre nuestra chilenidad en la política.

Nuestro país ha sido constantemente un laboratorio. Lo fue durante el periodo de la Unidad Popular con el socialismo con empanada y vino tinto, y también en la dictadura militar con la implementación del modelo neoliberal. Lo curioso que parte del discurso de quienes ejecutaron y planificaron el golpe de Estado de 1973 contra el gobierno constitucional de Allende se haya dirigido contra las ideologías foráneas (el comunismo internacional en este caso) que no cuadraban -según ellos-con la cultura chilena. Reconociéndonos como sociedad mestiza, todo nuestro devenir histórico y los distintos procesos políticos, sociales y económicos han sido producto, precisamente, de esa permanente y ambigua interacción entre lo externo y lo interno. En ese sentido, lo foráneo se ha vuelto parte constitutiva de nuestra idiosincracia...ya lo ejemplifica la ola de inmigrantes que han enriquecido productiva y culturalmente al país,e, incluso, el hecho de que varios de sus apellidos hayan llegado a la Presidencia de la República.

Ese discurso contrarrevolucionario pregonado por los opositores de la ´´experiencia chilena al socialismo'' apelaba insistentemente, a la defensa de lo ´´genuinamente chileno'', atrincherándose acerrimamente en el anticomunismo. Paradójicamente, los preceptos nacionalistas- como un paradigma de tinte conservador que busca universalizar presuntos valores nacionales- hallan formalmente su origen en los movimientos liberales del siglo XIX, especialmente en la Alemania de Bismarck y en la Italia de Garibaldi.

Actualmente, amparados en nuestros tiempos de globalización e interdependencia económica, los límites entre lo foráneo y lo auténtico, entre nosotros y ellos, son ciertamente cada vez más confusos.

                                 Salvador Allende Gossens. Presidente de Chile de 1970 a 1973


Rodrigo Bustos. Historiador de la Academia de Humanismo Cristiano. Chile. 


mayo 05, 2018

¿Por qué es populista la demanda marítima boliviana a Chile ante la Haya?




Ante la expectativa de un nuevo fallo del Tribunal Internacional de la Haya en el cuál se dividen ambos pueblos por exacerbaciones nacionalistas que no tienen sentido, impulsadas por ambos Estados, es menester dar a conocer antecedentes históricos y las situaciones geopolíticas que expliquen que sigan en tensiones diplomáticas ambos países. Esto lo podemos narrar de la siguiente manera:

Antecedentes de la Guerra del Pacífico (o de salitre).

Las relaciones entre Chile y Bolivia nunca han sido tan cordiales, y está demostrado desde la fundación de ambos estados. Ya desde 1842, en el gobierno de Manuel Bulnes se mandó a explorar el norte de Chile en busca de yacimientos mineros, desde entonces propuso una ley para declarar como propiedad del Estado las guaneras situadas al sur del paralelo 23 LS, todo esto incomodó a la diplomacia boliviana interponiendo un reclamo a Chile. De ahí en adelante la falta de definición de limites claros entre Chile y Bolivia fue un patrón constante y un problema que conllevaría una serie de disputas territoriales que provocaría la tormenta bélica de 1879 ante el codiciado salitre y guano. Si bien es cierto que cuando nace Bolivia en 1825 tenía acceso al océano pacífico administrando el departamento del litoral- lo que hoy sería en parte la región de Antofagasta- no pudo consolidar en la práctica una soberanía política y económica, por lo tanto era un territorio en disputa con Chile. Uno de los argumentos sería que Bolivia nunca tuvo una marina, ni el comercio exterior pasaba por lo que hoy es Antofagasta, sino que pasaba por el puerto peruano de Arica y apenas administraba la caleta de Cobija.

El casus belli de la Guerra del Pacífico.

En el siglo XIX Chile contaba con una economía de exportación basada en el trigo, cobre y plata que miraba con buenos ojos el auge salitrero que se desarrollaba en el desierto de Atacama. Ante esto se habían suscrito dos tratados con Bolivia: el de 1866 y 1874 que ratificaba como frontera entre Chile y Bolivia el paralelo 24 con ciertas concesiones económicas a empresas chilenas y británicas. Ya en 1878 Bolivia viola este último tratado estableciendo un nuevo impuesto a la empresa chileno-británica Compañia de Salitre y Ferrocariles de Antofagasta con el pretexto de financiar los daños del terremoto del año anterior y la sequía en la agricultura. El tratado de 1874 postulaba fundamentalmente que entre el paralelo 23 y 24 ´´ las personas, industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos a más contribuciones que a las que presente existen por un periodo de 25 años'', es decir hasta el año 1899. Ante la transgresión de este artículo y la consiguiente orden de remate de la empresa salitrera, se desencadena la Guerra del Pacífico con la toma de Antofagasta por tropas chilenas el 14 de febrero de 1879 y que duraría hasta la firma del tratado de Ancón con Perú (1883) y el Pacto de Tregua con Bolivia (1884) lo que significó el triunfo de Chile en la guerra, incluido al gran capital económico inglés.

¿Bolivia nació con mar como plantea Evo Morales?

En 1826 se crea la Fuerza Naval boliviana y en sus primeros años estuvo conformado por buques de guerra, bergantines, corbetas y cañoneros. No obstante la fuerza fue absorbida por el Ejército en las siguientes décadas y la flota fue desmantelada paulatinamente, al punto que la campaña boliviana en la Guerra del Salitre se hizo fundamentalmente por vía terrestre.

Posteriormente el país instaló un astillero y comenzó a lanzar embarcaciones en los ríos que posee, principalmente en su zona selvática. Sin embargo no fue sino hasta 1963 que se da origen a la Fuerza Fluvial y Lacustre como uno de los tres componentes de las Fuerzas Armadas.   

Volviendo a la Guerra del Pacífico,Bolivia tan solo poseía un enclave marítimo llamado Cobija (al norte de Antofagasta), algo que no le aseguró una soberanía efectiva en la zona. Ya cuando las milicias chilenas ocuparon el puerto de Antofagasta el 14 de febrero de 1879 no encontraron resistencia porque Bolivia se encontraba en desventaja militarmente, pues carecía de navíos de guerra, no contaba con una fuerza militar asentada en el lugar y la mayoría de la población en la zona de conflicto era chilena. Además acorde a los mapas de las leyes de indias (de la corona española) Antofagasta era parte de la administración de la Capitanía General de Chile, llegando hasta el paralelo 23 y medio. Ante esto el mismo fundador de Bolivia, Simón Bolívar pide respetar las fronteras acorde al principio del uti possidetis juris (como poseías de acuerdo al derecho, poseerás) que postula que las naciones que se liberan de la corona española tienen derecho a poseer las fronteras que tuvieron en la colonia como virreinatos, capitanías o audiencias.

El  desconocido tratado de 1895.

Si bien es cierto que en 1895 Chile suscribió un tratado con Bolivia para darle una salida al Océano Pacífico (de Paz y Amistad, Comercio y de Transferencia de Territorios) por el cuál ´´Chile se comprometía, una vez adquiridas definitivamente Tacna y Arica...a transferirla, también en dominio definitivo, a Bolivia, y que sí Chile no adquiría Tacna y Arica, se obligaba a ceder a Bolivia la caleta Vitor hasta la quebrada de Camarones, u otra analoga'' (Gonzalo Vial), al poco tiempo fracasó por ´´las diferencias posteriores de interpretación respecto del alcance del corredor y las protestas de Perú de que Chile dispusiera de territorios todavía disputados entre ellos...fueron aprovechadas por el Estado chileno para no cumplir con dichos tratados'' (Gonzalo Vial). En este caso el Estado chileno mostró su peor cara y ha pasado casi desapercibido en la historia diplomática de ambos países, esto explicaría el descontento de Bolivia con el tratado de 1904, ya que por diversas razones no pudo defender lo que se había acordado en este tratado. También es cierto que Chile aún no firmaba el tratado de 1929 con Perú, por lo que este último influía mucho en la demanda marítima de Bolivia porque Arica fue parte del país incaico.


 El tratado de 1904.

Tenemos suscrito el tratado de Paz y Amistad de 1904 en donde Bolivia reconoció la pérdida de los territorios conquistados por Chile, a cambio de compensaciones económicas: la construcción del ferrocaril Arica-La Paz y como el indica el artículo 4 ´´Chile reconocería a favor de Bolivia, y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y por puertos del pacífico, y el derecho a establecer agencias aduaneras en Antofagasta y Arica'' (Historia de Chile, Francisco Frias Valenzuela, Tomo III) . Como consecuencia de esto, tan solo en el puerto de Arica el tráfico comercial portuario corresponde al 80% a empresas bolivianas en la actualidad.

El tren Arica-La Paz que se inaugura en 1913 ha presentado algunos problemas de implementación en la actualidad por razones climáticas y financieras que ha tenido a comienzos de este siglo y que ha significado algunos roces diplomáticos entre ambos países.


La demagogía de Evo Morales.

No consideran fuera de sí el contenido del himno del mar que pretende recuperar Antofagasta, Tocopilla, Mejillones, Cobija y Calama para Bolivia? No creen que es quedarse con los resentimientos del pasado? Las autoridades de Bolivia han aterrizado lo que significa en la realidad este himno para la economía y la población de Antofagasta? ¿No consideran utópico, nacionalista y demagogico querer reivindicar el mar porque en el pasado perdieron una guerra que ellos consideran injusta? Hasta ahora el despliegue propagandístico de Evo Morales a nivel nacional e internacional ha sido impecable (entonando el himno del mar, izar una mega bandera azul del mar de La Paz a Oruro, la conmemoración del día del mar cada 23 de marzo, etc) y ha jugado muy bien con el sentimiento de inferioridad que tienen ante Chile, acusando a este último de ser un país imperialista e invasor. De verdad Bolivia quiere partir a Chile en dos? No será como mucho? Los lectores de este artículo sabrán que Bolivia tiene acuerdos bilaterales con Argentina,Uruguay, Paraguay y Brasil que le facilitan a Bolivia concesiones portuarias y zonas francas que no ha sabido consolidar, lo mismo pasa con Ilo, Perú que es su opción de acceso al pacífico. Evo Morales en diversas conferencias internacionales ha denunciado el enclaustramiento de Bolivia por culpa de Chile por su condición de mediterraneidad, algo que no parece ser tal. Te explicamos porqué.

Opciones por el atlántico.

Paraguay en medio de un tratado de paz de 1938 se garantizó a Bolivia el libre tránsito por el puerto de Villeta y en 1994 dió en concesión más de 6000 metros cuadrados de terreno para instalar una zona franca y un área de almacenamiento de carga de tránsito, no obstante, la Paz no utiliza tal concesión portuaria. Una década más tarde el entonces presidente Carlos Meza visitó el puerto y dijo que la hidrovía Paraguay-Paraná (a la cual Bolivia tiene acceso por el Puerto Bush, departamento de Santa Cruz de la Sierra) se utilizaría para las exportaciones de granos, algo que hasta el día de hoy no ha prosperado.

No muy diferente es la situación del puerto de Rosario, Argentina. En 1969 las autoridades trasandinas concedieron a Bolivia una zona franca de 54.000 metros cuadrados y casi un kilómetro de muelle en ese puerto en el río Paraná. Pero tales infraestructuras no han sido utilizadas.

En 2010 el entonces presidente de Uruguay, José Mujica ofreció a Evo Morales facilidades en el puerto de Nueva Palmira. No obstante, Bolivia no lo utiliza de manera óptima por dificultades con el canal que lo conecta con el atlántico. Un proyecto portuario que está en ejecución es el de Aguas Profundas donde Bolivia tiene que definir las condiciones sobre las cuales quiere participar.

Otra alternativa de acceso al atlántico para Bolivia ha sido Brasil. Ello, luego que el año pasado el Congreso de ese país aprobara el tratado firmado entre Brasilia y la Paz en agosto de 1990, que habilita el uso del puerto de Paranaguá. Bolivia podrá tener acceso a un depósito franco en tal puerto, considerado uno de los grandes terminales graneleros del continente.

Opciones por el pacífico.

En cuanto a las opciones para exportar e importar por el pacífico, además de los puertos chilenos ya mencionados, Bolivia también tiene alternativas por Perú. Los convenios de Ilo firmados por Jaime Paz Zamora (Bolivia) y Alberto Fujimori (Perú) en 1992 estipulaban la cesión de una playa para Bolivia llamada Bolivia Mar (sin soberanía) para fomentar el turismo, pero también otros elementos: crear una zona franca industrial en la ciudad peruana y dar facilidades a Bolivia para que usaran las instalaciones portuarias de ese lugar.

Bolivia Mar consistía en una franja de 5 kilómetros de extensión en Perú que Bolivia podía utilizar por 99 años, sin embargo hasta el día de hoy sigue en abandono

En 2010 Alan García recibió a Evo Morales en Ilo para reimpulsar este vetusto tratado, acordando que la embarcación de la Armada de Bolivia pudiesen acceder al Pacífico y la construcción de la sede de la escuela naval. No obstante, el tratado de Ilo, se encuentra durmiendo en el Congreso del Perú.

Después de 26 años del convenio bilateral, la playa de Boliviamar se encuentra prácticamente abandonado de parte de Bolivia, el monumento que se construyó en esa costa se encuentra oxidada y con peligro de derrumbe, no se ha desarrollado el turismo, no se ha explotado la pesca (solo lo aprovechan los peruanos de forma modesta),ni la industria, ni el comercio exterior en Ilo que no alcanza a llegar al 10% del trafico comercial que utiliza Bolivia en los puertos chilenos.

Ante todas estas posibilidades que se le han dado a este país, aún así Bolivia en el año 2013 interpuso una demanda a Chile en la Corte de la Haya por el tema marítimo apelando mucho a la emocionalidad en la opinión publica boliviana e internacional.


¿Es posible darle mar a Bolivia con soberanía de parte de Chile?

El slogan MAR PARA BOLIVIA (tal como lo propone el himno del mar) es irresponsable y no meditada tanto por Bolivia como por parte de la opinión pública chilena. En éste último se ha argumentado en favor de la causa boliviana porque el mar no es chileno (en el sentido económico de la palabra), sino que de 7 conglomerados económicos que depredan nuestros recursos naturales a cargo de la pesca industrial. Estoy de acuerdo con ese diagnostico, pero por qué involucrar a Bolivia en problemas internos que tiene Chile? Si le damos mar a Bolivia garantizará que el mar no esté privatizado a perpetuidad? No será mejor organizarnos y movilizarnos para poder administrar de forma más equitativa nuestros recursos del mar ante la corrupta ley de pesca? Si bien es cierto que en 1975 hubo una negociación bilateral en el acuerdo de Charaña entre Pinochet (gobernante de facto de Chile) y Banzer (gobernante de facto de Bolivia) que le permitía a Bolivia tener un corredor de 8 a 10 kilómetros de ancho por el norte de Arica, en la frontera con Perú, algo que no prosperó por la objección del país incaico y por la tozudez de Bolivia de insistir por reivindicar Antofagasta.

El dato clave de estos antecedentes es que Evo Morales y la diplomacia boliviana están omitiendo algo muy importante para su pueblo en esta demanda tan mediática: que sí Chile tiene el propósito de darle un corredor a Bolivia con soberanía hacia el océano pacífico similar al abrazo de Charaña tiene que contar con el consentimiento del Perú, algo que está señalado en el tratado de Lima de 1929 que suscribió Chile con ese país. Por lo tanto se requiere un acuerdo trinacional satisfactorio para que se superen todos los traumas y resentimientos que nos han convertido en naciones antagónicas.


¿Por qué Evo Morales insiste en una salida al mar?

Bolivia no requiere de una salida al océano pacífico necesariamente con soberanía porque nunca le ha dado importancia al mar desde su fundación como república, todos sus países fronterizos le han dado facilidades portuarias y las desaprovecha (a excepción de los puertos chilenos). Evo Morales actualmente utiliza esta demanda en la Haya como un rédito político muy estratégico para desviar la atención de los problemas de ese país. Por ejemplo en lo que respecta al caso omiso que hizo del plebiscito del 2016 en la que ganó el NO a la reforma constitucional para la reeleción de Evo Morales.




                                        


Rodrigo Bustos. Historiador de la Academia de Humanismo Cristiano. Chile.

*Este artículo fue originalmente escrito el 4 de mayo de 2018 y fue actualizado por la contingencia del fallo final del Fallo de la Haya que resuelve los litigios marítimos entre Chile y Bolivia.


                                                          Fuentes bibliográficas. 

1.- Felipe Portales ¿Por qué Bolivia quedó insatisfecha con el tratado de 1904? en Historias desconocidas de Chile.  Editorial Catalonia, 2016.

2.- Florian Giebel. Historia de Bolivia. Editorial Don Bosco.

3.- Gonzalo Vial. Historia de Chile, Volumen II, Editorial Zig-Zag, Santiago, 1982.

4.- Simon Collier & William Sater- Historia de Chile, 1808-1994, Madrid, 1998.