julio 17, 2016

El ´´terrorismo mediático'' sobre las ciudades más peligrosas del mundo: ¿Por qué el criterio metodológico no deja de ser importante?

La organización mexicana ´´Seguridad, Justicia y Paz'' ha publicado en los últimos años el ranking estadístico sobre ´´las 50 ciudades más peligrosas del mundo’’, estando en este listado- el año pasado- las urbes Caracas (Venezuela), San Pedro Sula (Honduras) y San Salvador (El Salvador). 

En primer lugar, es sesgada la metodología, al considerar como peligrosas o violentas -tales ciudades- solo con el criterio de las tasas de homicidios por 100 mil habitantes, algo que no toma en cuenta la complejidad de las sociedades. Los medios de comunicación hegemónicos reproducen esta información sin tomar en cuenta -tenazmente- su metodología, el significado del concepto ciudad y la excepción de las áreas de guerra convencionales a la hora de medir los parámetros de lo que es peligroso. 

En segundo lugar, nos hacen creer que las tasas de homicidios dolosas son solo por efecto de la delincuencia de las pandillas o por el narcotráfico, y ¿por qué no puede ser por causas amorosas?¿Quién o quienes- y como- reportan la cantidad de homicidios que hay en una ciudad? ¿tendrá veracidad el reporte de estos homicidios?¿por qué la palabra peligrosa nos hace relacionarlo con la delincuencia y no con anomalías geográficas o con accidentes de tránsito?¿Por qué estas estadísticas nos puede llevar al prejuicio y a la estigmatización de estas ciudades?. El gran dilema epistemológico es, por un lado, lo que nos dicen las estadísticas, y  por el otro, es la percepción en terreno. 

Y por último, poner énfasis en la metodología de una estadística social es una muestra de transparencia y ética de la información; entonces es válido preguntarse ¿Qué intereses hay detrás de la elección de una metodología para configurar una estadística? y  cómo esta última se puede convertir  en una verdad incuestionable para la opinión pública mundial?...la respuesta la tendrá que resolver el propio lector…. Lo que está claro que el poder de comunicar es relevante- en un medio de comunicación masivo- a la hora de ganar legitimidad hacia los receptores de noticias en todo el mundo, por eso es importante considerar los matices y no entramparse en los maniqueísmos que puede reproducir una estadística.




Rodrigo Bustos. Historiador de la Academia de Humanismo Cristiano.

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