marzo 18, 2021

Elecciones presidenciales en Bolivia: Fraude o legitima elección?

Por Rodrigo Bustos. Historiador. 




Ahora con la detención de la ex presidenta de Facto Jeannine Añez, se no hace menester reflexionar cómo es posible que haya habido fraude electoral en las elecciones presidenciales del 2019 en la qué competían principalmente Evo Morales (actual presidente de esa época) y el ex presidente Carlos Mesa. 

El origen de las desconfianzas lo podríamos ubicar en el plebiscito Constitucional del 2016 en la qué se le preguntaba a la ciudadanía sí se cambiaba o no una cláusula de la Constitución boliviana (artículo 168) para habilitar la reelección de dos veces de manera continua. Esto servía para que Evo Morales pudiera participar en las elecciones presidenciales antes mencionadas. Los resultados le dieron un estrecho triunfo a la opción NO, lo qué fue un revés político para Evo Morales. Así y todo éste acudió a resquicios legales para revertir los resultados del plebiscito. Por eso el Tribunal  Constitucional Plurinacional le dieron luz verde para participar en las elecciones presidenciales del 2019 con el argumento de no violar sus derechos políticos. Ante esto creemos que Evo debió haberse restado de esta elección y darle paso a sus delfines políticos ya que gobernaba el país desde el 2006 y postulaba a su cuarto periodo teniendo ambiciones desproporcionadas de poder teniendo el afán de estar en el mando hasta el 2025 (año del bicentenario). Este criterio lo establecemos más allá de las virtudes y defectos qué tuvo su gobierno y creemos qué tendrá sus méritos haber gobernado en tres períodos y con buenos índices económicos inéditos reconocidos por organismos internacionales.

Explicado el contexto vamos a analizar los resultados de las elecciones presidenciales del año 2019 y 2020.

La ley boliviana establece que el ganador de una elección (salir electo) en primera vuelta tiene que tener el 50% más uno de los votos válidamente emitidos, una segunda condición para resultar electo es tener entre el 40% y el 50% de los votos siempre y cuando el más cercano perseguidor no alcance el 10% de diferencia. 

Las elecciones de octubre de 2019 se realizaron en medio de cuestionamientos por la presentación de Evo Morales a la reelección y que terminaron de la peor manera y con demora para conocerce el resultado final.

Luego de cinco días de incertidumbre el Tribunal Supremo de Justicia (TSE) de Bolivia dió como ganador a Evo Morales en Primera Vuelta sin necesidad de ir a una Segunda por lo que resultaba reelecto en esta pasada con más de 47,08% de los votos, mientras que Carlos Mesa obtenía un poco más del 36,51% de los votos.

Tras denuncias de fraude y la recomendación de organismos internacionales de que se celebrara una segunda vuelta de cualquier modo, el TSE dijo que acepta una auditoría sobre el recuento para terminar con las suspicacias. 

Las sospechas de fraude surgieron por la interrupción de la transmisión de resultados parciales que hasta ese momento apuntaba a una Segunda Vuelta entre Morales y Mesa. Cuando el servicio fue reanudado los resultados daban el triunfo a Evo en Primera Vuelta. 

Los conflictos comenzaron después que el TSE suspendiera el conteo veloz de las actas de votación cuando el recuento era del 83%.

En ese momento, Evo obtenía el 45% de los votos mientras Mesa alcanzaba el 38%, lo que obligaba a la realización de una Segunda Vuelta. 

Pero 23 horas después, la entidad electoral anunció nuevos resultados con más del 95% de votos escrutados, otorgando entonces a Evo la ventaja de más de 10 puntos necesaria para triunfar en Primera Vuelta. 

Ante este contexto se incentivó la insurrección civil de la oposición para derrocar a Evo teniendo como principal bastión el Departamento de Santa Cruz surgiendo caudillos como Luis Camacho. Ante la ola de protestas Evo ofreció hacer una nueva elección y cambiar a los miembros del Tribunal Supremo Electoral para garantizar la transparencia de los resultados, incluso después ofreció realizar una nueva elección a la brevedad, pero no lo dejaron proseguir. Minutos después de este anuncio Evo presenta su renuncia al cargo asilándose en México. Bolivia estuvo 2 días acéfalo ya qué no quiso asumir la presidenta de la Cámara de Diputados Adriana Salvatierra, corriendo la lista para una personería de la oposición que recayó en la segunda Vicepresidenta del Senado Yeannine Añez, fue elegida por sus pares sin el quórum requerido acatando eso sí la línea de su sucesión Constitucional.


Fue golpe de Estado de parte de la oposición a Evo Morales?

En el sentido clásico de la palabra no fue golpe de Estado, pero sí reúne visos de conspiración y sedición, ya que no solo la insurgencia fue civil, sino que también castrense, no olvidemos la ´´sugerencia'' que le hizo el Comandante en jefe para que renuncie Evo Morales y así pacificar el país.  

Ya en sus 11 meses de gobierno se militarizó el país y se amedrentó a los simpatizantes de Evo. Son bien conocidas las masacres de Sacaba  y Senkata en la que un equipo de la CIDH investigó y constató 36 muertes y más de 500 heridos ocasionados por la represión militar avalado por el decreto 4078 promulgado por Añez que eximia de responsabilidad penal a los efectivos de las Fuerzas Armadas bolivianas 

Ya en medio de esta polémica llama a elecciones generales siendo postergado en varias ocasiones por la Pandemia del Coronavirus, la que finalmente se realiza en octubre de 2020. 

Los resultados de esta elecciones nos llama la atención con respecto a la hipótesis de fraude en las elecciones del 2019, como que carece de lógica política ya que el delfín de Evo Morales, Luis Arce Catacora del MAS (Movimiento al Socialismo) obtuvo una categórica victoria electoral sacando un 55% de los votos en Primera Vuelta, sacando una diferencia de un 26% con respecto a su más cercano perseguidor que fue el ex presidente Carlos Mesa sacando un 29% de los votos. 

Dado estos datos objetivos y considerando que la diferencia de tiempo entre ambas elecciones es menos de un año y si fue fraude electoral como es posible que Luis Arce obtuviera más porcentaje de votos que el propio Evo Morales en Primera Vuelta y como si fuera poco el MAS (el partido de Evo) obtuvo la mayoría en ambas cámaras parlamentarias. También Luis Arce obtuvo más votos que Evo Morales con una diferencia de 400.000 votos aproximados. Si hay fraude una persona común y silvestre supondría que Evo realmente obtendría mucho menos votos de los resultados oficiales.

La OEA lo calificó como fraude en dos informes, no obstante, la Universidad de Michigan, CELAG, investigadores del MIT, el periódico The Washigton Post dieron por validos los resultados electorales. 

Lo que no han considerado algunos medios es que el voto rural con una tecnología más precaria y siendo bastión principal del MAS en el altiplano es más lenta su contabilidad.

Con todo esto, saque sus propias conclusiones porque todo indica que el fraude proviene de la OEA, un organismo multilateral proclive a los intereses imperialistas.


Rodrigo Bustos. Licenciado en Historia. Chile.

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