febrero 14, 2024

El impresentable lavado de imagen al ex presidente Sebastián Piñera. Un gobierno reactivo y desconectado de la realidad del país.

 Por Rodrigo Bustos. Historiador. 


Chile es el país de los eufemismos, del despilfarro, de la ingenuidad, de superficialidades e infantilismos. Un país sin memoria colectiva, manipulable y domable, que cree en las campañas del terror qué le difunden los medios de comunicación para que triunfen las élites dirigentes y no el pueblo. Éste mismo sufre del síndrome de Estocolmo, es decir, que a la larga respeta, vota y ama a sus opresores- ya sea consciente o inconscientemente- y parece qué tiene qué venir un gobierno indolente con su pueblo para que vuelva a despertar de su letargo otra vez. Es impresentable el lavado de imagen del ex presidente Sebastián Piñera, ya que su segundo gobierno fue uno de los peores de la historia al ser reactivo y no presto en las ayudas sociales durante la pandemia. Un gobierno que en enero de 2020 llegó a la exigua aprobación ciudadana del 6%, el porcentaje más bajo desde el regreso a la democracia. 

Después de este exordio es necesario preguntarse... quién fue Sebastián Piñera?

Fue Presidente de la República en dos ocasiones, el primer presidente de derecha elegido democráticamente desde la elección de Jorge Alessandri Rodriguez en 1958. Piñera y sus ministros gobernaron con muchos conflictos de intereses, qué era un impedimento para impulsar una política pública pensando en el bien común. Por eso la derecha en general ha administrado el país estando muy desconectado de la realidad social del país, la muestra de aquello fue el estallido social de octubre de 2019 en donde Piñera y sus ministros de aquél entonces hicieron declaraciones burlándose del pueblo con el "levántate más temprano para tener una tarifa más baja", "para los románticos bajaron las flores", "Chile es un oasis" o "estamos en guerra contra un enemigo poderoso..." esto le costó muy caro al gobierno de entonces teniendo al país en una gran convulsión social en donde se violaron los derechos humanos, habiendo un record mundial en mutilación ocular qué obligó al gobierno a buscar una salida política a la crisis. La solución fue aceptar un proceso Constituyente para redactar una Nueva Constitución, una medida qué no estaba en su programa de gobierno y estaba lejos de sus convicciones políticas para Piñera y su gobierno. El proceso Constituyente del gobierno de Michelle Bachelet fue guardado en un baúl por Piñera por considerarla "ideológica" y que era una preocupación de los "políticos" y no de la ciudadanía. Con el paso de los años se comprobó qué tal perspectiva estaba alejada de la realidad con los resultados del plebiscito de Octubre de 2020 en donde la opción APRUEBO a una Nueva Constitución logró más del 78% de los votos. Para la Pandemia se seguía riendo del pueblo al experimentar-afortunadamente por poco tiempo- con la inmunidad de rebaño natural, es decir, se quería implementar la estrategia del contagio gradual y masivo de la población, para que ésta supuestamente tuviera inmunidad a otro futuro contagio por COVID-19. Una estrategia que fracasó no sólo en Chile, sino qué en todo el mundo. En el tema económico y con la implementación de las cuarentena masivas, Piñera nunca impulsó ayudas sociales a la población y por eso surgió en el parlamento la idea de los retiros de los fondos de pensiones, que fue aprobada en tres ocasiones (con amplia mayoría) y en la segunda ocasión Piñera llevó el proyecto al Tribunal Constitucional para echar abajo el proyecto. Una intentona que resultó en un rotundo fracaso, ya que el TC le rechazó el requerimiento al Ejecutivo. Así que Piñera de mala gana promulgó el proyecto. Los IFES fueron impulsadas por la oposición de la época en el parlamento, y en donde Piñera y su sector fueron reticentes a dar ayudas estatales a la población, como muestra de aquello la militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI) María José Hoffman dijo en televisión qué le gustaría que el IFE fuera solo de $65.000 "porque no queremos que la gente no dependa del Estado", una declaración con cero empatía con el pueblo ya que estábamos con los confinamiento masivos, en donde había muchas dificultades para trabajar con "normalidad" y proliferaron las ollas comunes qué no se veían desde la década de los 80 en la dictadura militar. Por eso el gobierno de Piñera tuvo una actitud reactiva con los efectos de la crisis sanitaria- a excepción de la gestión de las vacunas que fueron proactivos- llegando las ayudas estatales en el 2021 sólo bajo la tenaz presión social y de la oposición.

También era un gobierno con conflicto de intereses como es el caso minero-portuario de Dominga en la 4ta Región de Coquimbo. Piñera quería aprobar ese proyecto en donde tenía participación accionaria junto con el "Choclo" Delano, no obstante, el Comité de Ministros del actual gobierno anuló la construcción de Dominga que hubiera significado el ecocidio de un Santuario de la Naturaleza de la zona.

Ante estos antecedentes consideramos increible que existan comentarios de gente humilde venerando a Piñera cuando éste nunca entendió los problemas sociales qué se venían arrastrando hace décadas. Ante esto será recordado como uno de los peores presidentes de la Historia de Chile.

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