Por Rodrigo Bustos. Historiador.
Más allá de mitos y procedencias geográficas, todas las mafias responden a una misma característica: su patológica obsesión por el dinero y los lujos. La violencia y el poder se convierten en los instrumentos de su poder a través de la extorsión, alcohol, droga, juego, prostitución y finanzas. Las mafias se las han ingeniado para sacarle el partido a la evolución de la economía global.
En sus orígenes, los primeros registros de estas asociaciones ilícitas se remonta al siglo XVI estando a la par de la historia italiana enfrentada o en complicidad con el Estado, no ha dejado de expandirse y hoy es un fenómeno mundial.
El fenómeno mafioso- grupo delictivo basados en el ritual, el secreto y la jerarquía- no es exclusivo de Italia y Norteamérica, sino que también se presentaron en Japón, China, Rusia, Irlanda, Albania, Estados Unidos, etc.
1.- La Cosa Nostra Siciliana (Italia).
La Cosa Nostra ganó notoriedad en Estados Unidos al expandirse y volverse una fuerza del crimen organizado en Nueva York y Chicago. Se conformó así en la mafia italiana por Antonomasia.
La ´´Cosa Nostra'' significa ´´Nuestra Cosa'' es considerada la mafia original basada en clanes familiares.
El Estado unificado italiano del siglo XIX acude a los capos de la mafia para completar la anexión. Colabora con los gobiernos liberales, a los que ayuda a reprimir a campesinos y sindicatos, a controlar el sistema electoral, las obras públicas, etc. Aparecen ahora personajes como Vito Cascio o Genco Russo.
Con la llegada del fascismo fueron reprimidos, pero al terminar la Segunda Guerra Mundial con la ayuda de los Estados Unidos y de los gobiernos de la Democracia Cristiana (DC) retoman el control económico y social. Sus masacres terminan con los movimientos de izquierda y campesinos, lo que facilita, en las elecciones de 1948, la victoria de la DC, en la que los capos ingresan en masa.
En la década de 1970 nace la mafia empresaria siciliana: Los hermanos la Barbera, Tommaso Buscetta y Vitto Ciancimino. Uno de ellos se convertirá en presidente de la autonomía siciliana, y otro será rector de la Universidad de Palermo.
El mafioso empresario se aleja de la tradición, quiere honorabilidad como la alta burguesía, se refina y cultiva gracias a sus utilidades excesivas.
En la década de los 90' aumenta la autonomía de esta organización. Se crea un canal de comunicación entre el circuito financiero legal e ilegal, proyectando su poder en el seno de la política nacional. Fueron los años de apoyo a la Democracia Cristiana y a Forza Italia que encabezaba Silvio Berlusconi.
El homicidio de Falcone y Borsellino representó un giro: Salvatore Riina y otros fueron detenidos en 1993, pero estallaba un terrorismo mafioso al que Bernando Provenzano pone fin estrategicamente. Aún así, hubo centenares de detenidos gracias al artículo 41-bis.
En este siglo, la Cosa Nostra ya no es lo que fue, superada hoy por la Ndrangheta, con la que ha establecido alianzas, como lo ha hecho con narcos mexicanos o en Bélgica, donde compró un barrio de Bruselas con dineros provenientes del narcotráfico, principalmente de heroína.
2.- La Camorra (Nápoles).
Como la mafia siciliana, es una manifestación moderna de un antiguo fenómeno clientelista documentado desde el siglo XVI. Sus actividades eran la protección y la extorsión, la ayuda a los campesinos, asignación de dinero a presos o el contrabando. Tenía influencia en el ayuntamiento de Nápoles y llegó a haber diputados camorristas.
Su poder aumentó con la unificación italiana: Garibaldi confió al camorrista Liborio Romano el mantenimiento del orden público en Nápoles después de la anexión.
A diferencia del siciliano, el mafioso napolitano es más urbano, y su estructura organizativa es más horizontal.
Hoy, junto a las actividades clásicas, se dedica al control de mercados, contrabando de tabaco, prostitución, drogas, armas, confección y residuos radioactivos, industrias lecheras, la pesca, el café y más de 2500 panaderias de Nápoles. Sigue interviniendo en política: son notorios los nexos con la Democracia Cristiana, con el ex presidente Giovvanni Leone. Camorristas famosos han sido Raffaele Cutolo, Michele Zaza, Gino Serra, Puppeta Maresca y Antonio Bardelino.
Cutolo y otros trataron en la década de los 70 y 80 de unificar, sin éxito, la Camorra como Nuova Camorra Organizatta (NCO), ligada a los grandes empresarios. Pero enseguida se produjo el enfrentamiento entre la NCO y la Nuova Famiglia, de la Maresca.
Además el Estado cedió a la Camorra la administración de parte de las ayudas a los afectados por el terremoto de 1980, y pidió ayuda a Cutolo contra las Brigadas Rojas y ante el secuestro de Aldo Moro.
Esta asociación ilícita continua creciendo en 2014, debido a las alianzas con los narcos nigerianos y la mafia albanesa.
3.- Ndrangheta (Calabria, Italia).
Cada miembro forma parte de un grupo o`ndrina, a través del cuál controla la economía y se relaciona políticamente. El reclutamiento se basa en criterios de sangre, lo que le deposita una gran cohesión. Además intenta de no enfrentarse directamente al Estado, a diferencia de los sicilianos.
Hasta 1975 esta mafia no sale de Calabria apegada a sus tradiciones de índole de rural y se dedica a la extorsión, secuestros, asaltos, tráfico de armas, apuestas, comercio de explosivos, entre otros.
Miembros famosos han sido Paolo de Stefano, los Tripodo, Giuseppe Piromalli o el sacerdote mafioso Giovanni Stilo.
Al parecer se ha extendido por casi 100 países, con un movimiento de negocios que desde 2007 alcanza los 40.000 millones de euros al año.
4.- La Sacra Corona Unita (SCU):
Es la mafia de Apulia, surgida entre los años 70 y 80. Fue fundada por Giuseppe Rógoli en la prisión de Trani en la noche de navidad de 1981.
La SCU está escasamente enraizada en el territorio, lo que ha impedido su fortalecimiento. Se divide en grupos autónomos, con una organización horizontal semejante a la mafia anteriormente descrita.
En 1987 destacaban mafiosos como Salvatore Biccarella o Giovanni Donatiello, dedicados a los secuestros, extorsiones y drogas.
En 1995 la Operación Salento y en 1998-2000 la Operación Centurión reprimieron a la SCU que quedó muy debilitada. Es la organización que más acuerdos ha realizado con la delincuencia de la Europa del Este. Con todo, los ingresos por las actividades de sus grupos en este siglo sumaban 2500 millones de euros. La decadencia de la SCU he hecho surgir una Sacra Corona Libera.
Mafias del sur de Italia.
5.- La mafia Estadounidense:
Los emigrantes italianos del sur llevan a América su cultura, modos de vida e ideología. Ya en 1880 se habla de mafias sicilianas y napolitanas ( en competencia con irlandeses y judíos). La siniestra ley seca de los años 20 es uno de los momentos dorados de los mafiosos italo-americanos- basta con pensar en Al Capone¡ en Chicago o Frank Costello en Nueva York-. Y es el contrabando de alcohol, junto a la prostitución y el juego, la principal fuente de ingresos y de guerras intermafiosas como la matanza del Día de San Valentín (1929), ordenada por Al Capone.
Tras la Depresión de 1929, algunos grupos se extendieron por el país, aprendieron a invertir, a administrar capitales de acuerdo a criterios modernos.
El Gánster-según el vocablo estadounidense- extorsiona, controla mercados y puertos. A diferencia de los mafiosos de Italia, los estadounidenses protegen a los empresarios y políticos, donde estos últimos los encumbran.
En los años 30-40 Frank Costello ayudó al alcalde neoyorkino William O`dwyer; otros apoyaron a F.D. Roosevelt ; otros, a literatos o a cantantes- Joe Fischetti lanzó a Frank Sinatra-. En los 40-60 fueron relevantes Lucky Luciano, que ayudó a la invasión de Sicilia en 1943. Son los años de la ayuda con el gobierno, la CIA y los Kennedy.
En la década 70-90 el mafioso muta: busca exclusivamente a ostentar su riqueza y posición. Se hacen famosos Anthony Salerno y John Gotti. El nuevo mafioso entrará en la política y las finanzas. Las leyes estadounidenses dificultan el blanqueo del dinero "caliente" al no existir el secreto bancario. Empresarios italianos y judíos refundarán una ciudad entera, Las Vegas.
Desde 1981 y en las décadas posteriores, el gobierno federal acaba con numerosas familias y grupos. Pero las bandas americanas actuales, centradas en el narcotráfico, han establecido nexos con mafias, chinas, mexicanas y rusas.
El Ganster Al Capone de Chicago, Estados Unidos.
6.- La Yakusa japonesa:
Es una de las mafias más antiguas y consolidadas del mundo. Sus orígenes se remontan al siglo XVII, cuando tras la unificación japonesa, los señores feudales (los daimio) fueron perdiendo atribuciones e influencia al someterse a un poder cada vez más centralizado. Desde ese entonces los samuráis, sus fieles y profesionales soldados, se encontraron cesantes y para poder seguir subsistiendo tuvieron que ofrecerse como mercenarios o protectores de seguridad (Ronin) a clanes y poblados. La formación profesional y cultural qué habían recibido era únicamente para combatir, por lo que fueron incapaces de adaptarse a los cambios sociales y ejercer nuevas profesiones. Por ello, al verse expulsados de su profesión y de la posición de privilegio que ocupaban, se convirtieron en los candidatos ideales para dedicarse a las actividades delictivas y comenzaron a formar parte de la élite del hampa.
Cuando Japón se abrió al exterior en el siglo XIX, comenzó la modernización económica de aquella nación. Con ella llegaron el dinero y las costumbres foráneas y, por tanto, nuevos negocios en lo que promocionarse.
Durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX ya encontramos a la Yakuza controlando el juego, las apuestas, el contrabando, el tráfico de opio y la prostitución. Pronto saltaron a la política, conectando con los sectores más derechistas y belicistas de la sociedad japonesa, y se introdujeron en negocios lícitos y de gran envergadura como la construcción y el comercio portuario, que les facilitaba el lavado de dinero y el contrabando. En la actualidad también tienen cierta presencia en la Costa Oeste de Estados Unidos, y para mantener su legitimidad social ayudaron a los damnificados del último terremoto de Japón.
Como toda organización cerrada y clandestina, requiere de cohesión interna y la ha obtenido mediante la reproducción de los rituales y códigos de conducta de los samurais, basados en la fidelidad al jefe del clan hasta la muerte.
Más llamativas y famosas son otras dos señas de identidad: los tatuajes y las amputaciones de los dedos. Los primeros representan los signos distintivos de cada clan, generalmente reflejan la jerarquía o los méritos de cada miembro de la organización. Los segundos es el castigo ritual impuesto ante un acto de deslealtad. Ellos mismos han de mutilarse y entregar el dedo a su superior, quedando automáticamente expulsados de la organización. Ante una traición más grave, se les invita al suicidio.
7.- Las triadas chinas:
Su nombre evoca el triangulo equilátero que, según el pensamiento budista, unía en equilibrio el cielo, el hombre y la tierra. Sus orígenes se remontan a principios del siglo XVIII en la provincia costera de Fujian. Se trataba de un territorio pobre e inseguro, por lo que solían merodear bandoleros y señores de la guerra. Ante la inseguridad predominante, en ciertos pueblos comenzaron a surgir sociedad de mutuo apoyo que a la brevedad aprovecharon su infraestructura para convertirse en bandas criminales a través de agresiones y extorsiones. Para reforzar su cohesión interna adoptaron el secretismo, códigos de reconocimiento y rituales de iniciación, que obligaban a guardar los secretos así como la fidelidad a sus dirigentes. Entre las diversas organizaciones que se formaron destacó la Asociación de Cielo y Tierra, que terminó siendo el mayor exponente de las triadas. Esta banda tenía como una de sus señas de identidad su oposición a la dinastía reinante, así que debían reforzar su clandestinidad ante la persecución por parte de las autoridades. También se oponían a la invasión de las potencias occidentales, por lo que en el siglo XIX participó activamente tanto en la subversión contra el poder, como en las rebeliones contra los extranjeros conocidas como la sublevación de los bóxers. No obstante, siendo adversas a las potencias europeas, las triadas vieron en el comercio que se activó con su llegada una magnifica fuente de negocios. Por ello, a lo largo de ese siglo se expandieron con fuerza por todas las ciudades portuarias de la costa de China, ya convertidas en grupos criminales, e hicieron del contrabando de opio su principal actividad.
En 1911 se derrocó al régimen imperial y se proclamó la República. Un partido nacionalista (el Kuomitang) se hizo con el poder, y el nuevo líder pasó a ser el general Chiang Kai-Shek. Lejos de moderarse la influencia de las triadas, se intensificaron. Las principales ciudades chinas, principalmente costeras, tenían concesiones europeas. La más activa era Shangai, en la que franceses, británicos y chinos se repartían el control donde surgió la llamada Banda Verde, que terminó siendo una sociedad benéfica de barqueros que acabó siendo otra triada criminal dedicada al tráfico de opio. Dominaba a la policía, a la banca y a la casta política, y en 1927 dio un paso más al forjar una alianza de sangre con Chiang Kai- Sheck. A cambio de asesinar a miles de comunistas, que con sus huelgas amenazaban la hegemonía del general se hicieron con el control de todo el mercado del opio, el negocio del juego y la prostitución en la ciudad. Con la Guerra y la victoria comunista de 1949, las triadas casi se extinguen, pero se mantuvieron en Taiwan y en los cientos de barrios chinos que la diáspora anticomunista estableció en todo el mundo.
No obstante, tras la muerte de Mao-Zedong y la apertura de China a la economía capitalista, el poder de las tríadas ha vuelto a resurgir a través del tráfico de migrantes irregulares que se ha convertido para las triadas en el negocio más codiciado en donde el inmigrante es obligado a trabajar en régimen de semiesclavitud en talleres textiles clandestinos o en restaurantes en la cual tiene que pagar para siempre la extorsión a la organización que lo trajo a su destino (que puede ser Estados Unidos o Europa).
8.-Los Irlandeses en Norteamerica.
Esta mafia surgió a principios del siglo XIX en Estados Unidos donde muchos Irlandeses tuvieron que emigrar por las malas condiciones de vida de su país. Por ello apareció casi al mismo tiempo en todas las ciudades importantes de la Costa Este cómo Nueva York, Boston, Filadelfia o Chicago. Su rápida implantación y expansión no se comprenden sin entender su origen social. Eran gente humilde, qué huían del hambre como de la represión británica. Al llegar a Norteamérica se encontraron con una nación joven gobernado por élites importantes descendientes de ingleses, en lo qué encontraron una justificación moral para comenzar su prontuario delictual y la venganza por sus sufrimientos. Sus señas de identidad eran un arraigado catolicismo y una animadversión hacía todo lo inglés, lo que lo llevó a cooperar activamente desde el siglo XX con el IRA (Ejército Republicano Irlandés), mediante la recolección de fondos y el envío de armas. Además hubieron varios escándalos al demostrarse la complicidad de los cuerpos de seguridad, incluso del FBI, en las actividades ilícitas de la mafia irlandesa. De la mano de esta misma emigración surgieron células mafiosas en Canadá, Australia e Inglaterra, aunque no alcanzaron la relevancia de los establecidos en Estados Unidos.
Sus actividades delictivas fueron el hurto, extorsiones, usura, apuestas ilegales, entre otras. A diferencia de la mafia italiana, no tenían una estructura jerarquizada y estaba formada por grupos más bien dispersos y atomizados.
Durante el siglo XX sus fechorías dieron un salto adelante y se dedicaron al tráfico de alcohol durante la ley seca, al de drogas, el contrabando y el tráfico de influencias. En las primeras décadas de aquel siglo la mafia irlandesa creó la banda de la Mano Blanca para luchar contra los italianos, aunque al final terminó perdiendo la batalla.
A través de estas asociaciones ilícitas vemos el lado más oscuro del capitalismo y de las leyes comerciales que implementan los Estados tal como fue la ley seca en Estados Unidos en donde evidenciamos que muchas aspectos de la vida tienen un precio monetario.
Rodrigo Bustos. Licenciado en Historia. Chile.
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