febrero 17, 2017

Los 10 años del gobierno de Rafael Correa: ¿Qué legado deja la Revolución Ciudadana?

En los últimos veinte años, de los 10 presidentes que han gobernado Ecuador, sólo uno a conseguido finalizar su mandato. Rafael Correa que asumió el mando en el 2007 se ha caracterizado por ser el gobierno mas duradero de la historia de este país. Este domingo es la segunda vuelta (balotaje) de las elecciones presidenciales para elegir al sucesor de Correa que pone en juego el futuro del modelo político y económico. Más allá de esto, hay que preguntarse ¿qué legado dejará Rafael Correa después de 10 años de gobierno?. A pesar de los desafíos financieros que actualmente enfrenta Ecuador - en gran medida ocasionados por la caída internacional de los precios del petróleo, principal producto de exportación- el país mantuvo un progreso notable durante años y la gestión de Correa impulsó una ley de comunicaciones -para impedir el monopolio de los medios de comunicación en grandes corporaciones empresariales-,obras de infraestructura pública, proyectos hidroeléctricos, de educación y salud que son reconocidos por adherentes y opositores.

Cuando Correa tomó el poder en enero del 2007 se buscaba refundar el Estado y consolidar el proyecto social del Socialismo del Siglo XXI  en donde desmanteló las agrupaciones políticas de aquel entonces. Acorde a sus dichos, éstas habían ocasionado una época de inestabilidad política caracterizado por el derrocamiento de tres presidentes en una década y optado por el dólar americano como moneda nacional en el año 2000. En aquel entonces la crisis económica causó la quiebra de la mayoría de los bancos del país, estando al borde de la hiperinflación. 

Un año después de asumir Correa el mando, modificó la Constitución- a través de una Asamblea Constituyente- y acabó con los partidos políticos tradicionales, cuyos dirigentes desaparecieron de la arena política activa. 

La relativa estabilidad política y económica que logró en la última década será un legado difícil de sostener para cualquiera de los dos candidatos presidenciales, como Lenin Moreno y Guillermo Lasso ,que aspiran a reemplazarlo.

El país que deja Correa no es el mismo que recibió, sin embargo, no está exento de inquietudes. A la mayoría de los ecuatorianos les preocupa la falta de liquidez en las arcas fiscales, que durante meses obligó a la reducción de empleos, así como la importante reducción de la actividad del sector productivo y comercial. Con estos problemas, al próximo presidente le esperan grandes desafíos. 

Cuando la cotización del petróleo cayó, las arcas fiscales se vieron mermadas por falta de divisas y que se ha sentido especialmente en los retrasos en el pago a los proveedores del Estado y en la recesión en la actividad productiva y la economía en general, dado que el aparato estatal es el principal inversionista y creador de empleos.

Lo llamativo que los críticos de este líder han reconocido el papel que ha jugado Correa en darle estabilidad al país. Por ello los dos candidatos que compiten en sucederlo hablan de mejorar la situación sin desmantelar al dólar como moneda oficial y seguir con los programas sociales del actual mandatario. Ya en los últimos años marca una impronta más conservadora en temas valóricos, como es la sexualidad basada en la moral religiosa que se deriva en la apreciación sobre el aborto donde el mandatario ha pregonado estar en contra de esta practica.

La gran mancha en la gestión de Correa son los escándalos de corrupción-la Petrolera estatal Petroecuador y la constructora brasileña Odebrech- lo que le han costado una caída de la popularidad según analistas y politólogos, que sin embargo, no es un tema prioritario para la ciudadanía de cara a estas elecciones. También el los últimos años la política ambiental de Correa ha sido cuestionada en los últimos años por agrupaciones ecológicas ya que el gobierno ha impulsado la industria minera y petrolera a gran escala que han atacado la biodiversidad.

Cabe mencionar que Correa marcará un precedente importante en la historia de Ecuador al darle un proyecto político estable con contenido ideológico de izquierda acorde a la realidad de Latinoamerica, sin embargo, el mandatario ha sido cuestionado por agrupaciones indígenas como la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) que mantuvo protestas importantes contra Correa hace dos años por las demandas de la derogación de la Ley de Aguas -que restringe su administración comunitaria y busca gravar su consumo-,el fin del archivo de la Ley de Tierras -que denuncian que solo beneficia al sector agroindustrial en lugar de los pequeños productores que son de mayoría indígena. A ellas se suman reivindicaciones de larga data y aún pendientes como la educación intercultural y bilingüe, el libre acceso a las universidades públicas y poner fin a la industria extractivista -petrolera y minera esencialmente- que amenaza desde décadas el ecosistema de territorios indígenas. Estos son los grandes flagelos que han afectado a Ecuador y a América latina, ser naciones del Tercer Mundo, por no tener resuelto el problema económico de ser países exportadores de materias primas, dependiente de las demanda mundial de los commodities; ni tampoco está resuelto la autonomía política, económica y social de los indígenas.

Entonces lo que hay que preguntarse es si ¿realmente Correa fue en teoría socialista y en la práctica neoliberal?... la respuesta concluyente la tiene que resolver el propio lector con análisis crítico y reflexión.

En conclusión siguen las venas abiertas de América Latina como diría Galeano…..en este caso puntual siguen en Ecuador.

                          Resultado de imagen de la revolucion ciudadana

*Este artículo fue publicado el 17 de febrero y se ha hecho una adaptación a causa de la segunda vuelta de la elección presidencial.

Rodrigo Bustos. Historiador de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.(Chile).


  

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